LA GRAN APORTACIÓN DE LOS MONASTERIOS A LA CULTURA


¿Qué sería de nosotros, como humanos, sin la educación?  La educación ha existido desde los inicios del ser humano, enseñando a los más pequeños lo que sus familias consideraban útil según la época y creencias del núcleo familiar del niño.




Sin embargo, el día de hoy me gustaría enfocar la entrada de hoy en la educación en la Edad Media, más concretamente, en la educación en los monasterios, puesto que, algunos padres, ofrecían algún tipo de enseñanza en casa aunque no fuera lo que, a día de hoy, consideramos una "educación".


Durante la Edad Media, el simple concepto de "educación pública" era impensable. La educación era algo exclusivo de aquellas clases más altas como el clero o la nobleza, resultando en que tan solo un diminuto porcentaje de toda la población tuviera estudios. La educación se daba en los monasterios, reglamentado por las iglesias y asignando desde esa época la tan conocida distribución de mesas ordenadas.

En estas escuelas se daban los maitines, una serie de rezos antes de las 4:30, es decir, antes del amanecer. Aquí sobre todo se estudiaban y recitaban oraciones bíblicas y, por otra parte, se reescribían textos.


Sin embargo, no solo reescribían textos bíblicos, como podría esperarse. Al ser propietarios de la lengua culta, el latín, tenían las responsabilidad de traducir textos a esa misma lengua. Esto se conocía como la cultura del manuscrito. Se encargaban de traducir la biblia, relatos de la mitología griega y romana, textos administrativos... ¡Todo lo que realmente tuviera que ver con las letras! Es gracias a los monasterios que poseemos una gran cantidad de relatos o fragmentos de la literatura antigua.

Sin embargo, sobre todo en España, se dio una gran quema de iglesias y monasterios, resultando en una pérdida monumental de cultura. Por ejemplo, el autor Ovidio posee grandes obras como la Metamorfosis o Arts Amandi pero, claramente, a lo largo de toda su vida no solo escribió 6 o 7 obras. Son solo algunas pocas que se han conservado. Otro ejemplo sería por parte del autor Eurípides. Se trata de un autor con una gran cantidad de obras pero, sin embargo, a día de hoy se siguen descubriendo nuevos fragmentos de obras que, o no se sabía que existían, o se creían pérdidas.


Muchas veces el estudio de las letras es rechazado o menospreciado por gran parte de la sociedad, valorándose el saber resolver una fórmula más que el descubrimiento de nuevos relatos literarios, repletos de tanto información sobre la vida en la antigüedad, como historias que tal vez no sabíamos ni que existían. Es por esto que, teniendo la oportunidad de escribir sobre este tópico, merecía dar su merecida mención al gran trabajo de los historiadores, arqueólogos y filólogos, que muchas veces pasan por desapercibidos.

Por otra parte, da realmente igual si uno cree o no en la religión cristiana. A lo largo de la historia la iglesia ha cometido una gran cantidad de errores pero, desde luego, el podernos poner en contacto con relatos tan sublimes como Las heroidas o Medea, es algo que siempre tendremos que agradecerles a ellos.


Comentarios

  1. Me parece flipante que debido a la quema de Iglesias, se haya perdido varias obras, que a lo mejor actualmente se podrían considerar obras maestras.

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